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jueves, 6 de marzo de 2014

LOS CUARENTA DIAS...........


En la cuaresma recordamos los 40 días que Jesús pasó en el desierto antes de salir a predicar. De aquí que la duración de la cuaresma esta basada en el símbolo del número cuarenta en la Biblia.

En esta, se habla de los cuarenta días del diluvio, de los cuarenta años de la marcha del pueblo judío por el desierto, de los cuarenta días de Moisés y de Elías en la montaña, de los cuarenta días que pasó Jesús en el desierto antes de comenzar su vida pública, de los 400 años que duró la estancia de los judíos en Egipto.


En la Biblia el número cuatro simboliza el universo material, seguido de ceros significa el tiempo de nuestra vida en la tierra, seguido de pruebas y dificultades.




Todos pasamos por ese tiempo de pruebas y dificultades, que se convierten en los desiertos más secos y áridos que ser humano pueda soportar, sin embargo esos son los momentos más oportuno para volvernos al Señor, para decirle cuanto lo necesitamos.

Los 40 días de esta cuaresma pueden ser el comienzo de una nueva etapa en nuestras vidas; sí, en tu vida y en la mía. Tenemos una invitación abierta a humillarnos delante del señor, a tirar fuera toda la podredumbre que nos separa de su amor y que nos impide disfrutar de su presencia, de la compañía de su Santo espíritu.

Cada uno de nosotros tiene una Tierra Prometida que quiere alcanzar, posiblemente la tuya gire en torno a lograr tu salud o la salud de un familiar, a conseguir trabajo, al pago de alguna deuda, a liberarte de algún vicio, a conseguir una pareja, a salvar tu matrimonio, a salir de las garras de la hechicería, a salir de esa eterna depresión; sin embargo debemos recordar que llegar a la Tierra Prometida no es tan fácil, que para entrar en ella nos veremos precisados a atravesar un largo desierto; por lo que tenemos que  estar conscientes que ese desierto no lo podemos recorrer solos, pues quedaríamos sepultados en medio del camino.
Aquí es cuando se hace imprescindible acudir al Señor, él siempre está presto a guiarnos, a acompañarnos el el desierto de nuestra vida. El enviará sus ángeles para custodiarnos en medio de nuestro peregrinar.

Para lograr esto  necesitamos reflexionar hasta llegar a alcanzar  una profunda conversión, para dar este paso no hay que temer, ya que  somos privilegiados, pues contamos con un Dios perdonador; como bien se nos narra en las Sagradas Escrituras   "En 40 días se fijó la destrucción de la ciudad de Nínive, pero el Señor se compadeció de los habitantes, que ayunaron e hicieron penitencia 40 días." (Jonas 3, 4) De igual manera El Señor tendrá compasión de nosotros.

Contamos con un Dios que siempre escucha nuestras suplicas y sondea nuestro interior, aprovechemos juntos  esta cuaresma para penitencias de Ayunos y Oración, puedes tener plena seguridad que Jesús está atento a tu clamor, él irá contigo pie con pie en tu marcha por el desierto y de seguro que con él llegarás a La Tierra Prometida que mana leche y miel.

¡Animo!


Yamira♫♫ 

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